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Hugo y César Pontoriero, los orfebres elegidos por Javier Milei para diseñar su bastón presidencial

La asunción de Javier Milei dejó varios hechos inéditos que rompieron con el protocolo presidencial. Desde su discurso en las afueras del Congreso y el paseo en un auto descapotable junto a su hermana Karina, hasta el saludo a un perro Golden Retriever que se le cruzó por la avenida 9 de Julio cuando se dirigía a la Casa Rosada.

Pero eso no es todo, el amor por esos animales también lo manifestó a la hora de empuñar el bastón de mando y hasta logró sacarle una sonrisa a la saliente vicepresidenta Cristina Kirchner. ¿El motivo? Cristina se sorprendió al observar que la parte superior del bastón presidencial llevaba tallados los rostros de sus cinco perros de raza Mastín Napolitano y el nombre de cada uno de ellos: Conan, Murray, Milton, Robert y Lucas.

Conan, el primero de sus hijos que lo adoptó en 2004, es el padre de los demás, y Milei reveló, en varias entrevistas, que invirtió 50 mil dólares en un proceso de clonación para replicar a sus queridos canes. Si bien en un principio había trascendido que Milei tenía pensado utilizar el bastón elaborado por el orfebre Juan Carlos Pallarols, finalmente cambió de opinión y empuñó un diseño de los orfebres Hugo y César Pontoriero, padre e hijo respectivamente. Con este gesto disruptivo, Milei se convirtió en el primer presidente desde la vuelta de la democracia que decide no utilizar el bastón presidencial de Pallarols, el cual había sido entregado al personal de Ceremonial a principios de la semana pasada en un angosto estuche negro y rojo.

Tras el revuelo, desde el entorno del nuevo presidente salieron a aclarar la situación: “Este es el VERDADERO bastón presidencial de JAVIER MILEI. Pallarols estuvo mintiendo todo este tiempo. Hasta último minuto se paseó por los programas de TV diciendo que su bastón era el confirmado. Pallarols es un mentiroso”, tuiteó Santiago Oría, el publicista del libertario. Desde la familia Pontoriero confirmaron a Infobae que la petición fue hecha por “un encargo directo” de Javier Milei y su hermana Karina “hace dos meses y medio”. Contaron que trabajaron sobre una idea de ellos y que tanto Hugo como César adaptaron ese diseño a la empuñadura del bastón.

“El encargo oficial fue el que le hicieron a mi padre. Nosotros respetamos el trabajo de todos los orfebres, pero en este caso decidió el presidente. Está bueno que un jefe de Estado tenga varias opciones y que después sea él quien elija”, afirmó Hugo Pontoriero hijo, quien actúa como vocero de su padre, que actualmente tiene 82 años. Pontoriero (h), que actualmente se desempeña como curador del Museo Nacional de Arte Decorativo, detalló que la entrega del bastón se produjo a mitad de la semana pasada. “Estaba dentro de un estuche de terciopelo y cuero de color negro con el escudo nacional cincelado en plata”, precisó.

“Se trata de un bastón presidencial de 92 centímetros de largo total, hecho en plata 900 y oro de 18 quilates cincelado a mano. La madera utilizada es petiribí tonalizada y lustrada”, describió. Y agregó: “El Escudo Nacional está esmaltado en oro y el monograma del presidente, que son las iniciales JGM enlazadas, está también hecho en oro”. Con respecto a las guardas de laurel que aparecen en el diseño, explicó que “simbolizan el triunfo del país y el de todos los argentinos”. Si bien contó que su padre trabajó en muchas ocasiones para la Fuerza Aérea Argentina haciendo medallas conmemorativas, es la primera vez que lo convocan para un trabajo de esta magnitud. “Nos sorprendió la convocatoria. Primero nos llamaron desde el sector de Protocolo de la Rosada y luego mi padre tuvo una conversación con Milei”, recordó.

Los Pontoriero, los orfebres preferidos de Milei

Hugo Pontoriero nació en 1941, se formó en la Escuela Técnica Raggio, de Núñez, y desde hace 60 años se dedica a la orfebrería. “Su especialización es el diseño de joyas: anillos, brillantes, placas y dijes”, contó su hijo, que lleva su mismo nombre. “No solo trabajó para la Fuerza Aérea Argentina haciendo medallas conmemorativas, sino también para grandes empresas argentinas, como Roemmers, Loma Negra, Acindar y Fleni, los cuales lo contrataron para la confección de alhajas”, detalló.

Hoy en día, sigue viviendo en Villa Devoto y conservando el mismo taller desde sus inicios. “Nunca tuvo un local comercial”, aclaró Hugo. Y su mano derecha es su otro hijo César, mellizo de Hugo, quien desde chico fue señalado por su familia como “el discípulo”. Consultado acerca de si este bastón presidencial podría significarle el broche de oro a su carrera, su hijo lo negó: “Él va a seguir trabajando. Lo que más le gusta es trabajar y crear, a pesar de que ya está viejito”. César, por su parte, tiene 50 años y se formó completamente con su padre. “Es él quien va a continuar con su legado; es el heredero del oficio de papá”, admitió Hugo. “Todo lo que sabe lo aprendió de mi papá. Es autodidacta y trabaja en el taller desde que terminó el secundario, a los 18 años”, concluyó.

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